Transcripción
>> Bueno, mi experiencia en el ejército fue, digo, fue difícil porque, o sea, yo, ¿no? O sea, como mujer y como mujer latina, es difícil, digamos, porque, o sea, la mayoría la gente tiene ciertas expectativas, ¿no? De la gente, en general. Y bueno, yo recuerdo muchos. Algo que nunca se me va olvidar es cuando yo estaba en el entrenamiento, el básico, que, bueno, que eso fue en Carolina del Sur. Entonces, yo cuando llegué, ¿no? O sea, yo llegué en el 2004. Y, bueno, cuando empiezo a ver cómo qué es lo que voy a hacer, ¿no? De mi vida y eso, me meto en el ejército, me mandan para Carolina del Sur. Entonces, para entonces, bueno, yo hablaba inglés pero hablaba, o sea, era digamos, era limitado. Tampoco tenía como mucho dominio. Entonces cuando me mandan para Carolina del Sur dije, bueno, pues no voy a tener ningún problema y me doy cuenta que la gente — O sea, que no le entendía a la gente. Entonces eso fue un problema porque, o sea, yo estaba en el entrenamiento y me acuerdo que decía, bueno, es que no entiendo lo que me está diciendo este sargento, ¿no? Y me acuerdo que se enojaban conmigo y me gritaban y me decían de cosas, ¿no? Porque es que no entendía. O sea, no era de que no quería hacerlo, era que simplemente no entendía lo que tenía que hacer, ¿no? Entonces, para mí, eso fue un show. Ahí fue cuando me di cuenta que, o sea, que realmente estaba en otra cultura, ¿no? O sea, parte de estar en Estados Unidos, o sea, en otra cultura era algo como una subcultura para mí porque era completamente diferente la forma en que hablaban. Entonces eso, para mí, eso realmente sí marcó mucho, o sea, la diferencia, ¿no? Entre, pues nada. Por ejemplo, vivir en el área de Filadelfia, ¿no? Y después ir a otro estado y decir híjole, no les entiendo. O sea, y no es que no hable inglés es que realmente no les entiendo nada, ¿no? Entonces eso para mí fue difícil.