Transcripción

>> Un día típico para mí en Caracas, me levanto muy temprano en la mañana porque la ciudad se activa muy temprano. En esa zona del globo, oscurece muy temprano. La gente tiene que aprovechar el día. De forma que a las seis, siete de la mañana, ya la calle está llena de actividad. Y me levanto, desayuno, desayuno problemente una arepa con café. También indispensable en la dieta venezolana, un café negro. Tomo mi automóvil porque Caracas es una ciudad altamente marcada por la presencia del automóvil y conduzco hasta la Universidad donde trabajo y dónde estudio también. Ahí, primero doy mis clases de redacción a mis estudiantes de pregrado, y en la tarde voy a mis clases de posgrado. Después de terminar mis clases, vuelvo a mi casa, como algo y salgo con mis amigos al cine o alguna actividad cultural, un recital de poesía. Y ahí termina el día.